lunes, 6 de octubre de 2008

Una razon:

El pequeño libro de los Exorcismos escrito de noche y sin restricciones. Demonios fuertes y otros silenciosos, discretos, salen por la punta de mis dedos para dejar este cuerpo casi podrido que los mantiene vivos. Salen por fin para convertirse en el viento, para escapar por la rejilla del aire acondicionado.

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